EL CLIMA LABORAL Y LA PRODUCTIVIDAD; VARIABLES CLAVES QUE VAN DE LA MANO

Las empresas modernas y de vanguardia que se manejan de modo profesional suelen trabajar de modo planificado y organizado; es decir, establecen claramente y con la debida anticipación, sus metas, objetivos,  estrategias, tácticas con el propósito de sostenerse y crecer en el tiempo; luego, a lo largo de año, van midiendo sus resultados con indicadores de gestión denominados KPI´s (Key Perfomance Indicator) para medir, saber y tener información -de forma objetiva- de cómo van los resultados parciales de la gestión y hacer los correctivos necesarios si fuese el caso.

Queda claro entonces que la gestión de un Directivo debe de medirse objetivamente; es decir con indicadores (KPI) que sean claros, acordados entre las partes, concretos, realistas, alcanzables y específicos; también es evidente que el directivo no podrá conseguir los objetivos que le ha planteado sin el apoyo, participación y compromiso del equipo humano que colabora con él; por ello es clave tener un equipo de colaboradores que trabaje unido, integrado y comprometido con los objetivos y metas de la compañía; y que lo hagan en sintonía y con armonía; es decir, a un mismo ritmo, con buen humor y en la misma dirección.

Cuando en una empresa, organización o negocio  existe un clima laboral donde prima la unidad, la amistad, la confianza mutua, la integración y la solidaridad será mucho más fácil ser más productivo y conseguir los resultados deseados, porque el colaborador trabajará mejor, en paz y armonía con los demás; desde mi punto de vista el buen clima laboral es el cimiento fundamental para edificar un “buen edificio”, hablando en sentido figurado, por querer decir gráficamente que el buen clima laboral está en función directa con la productividad de la organización medida en ventas.

Por el contrario, en una organización donde priman las envidias, las mezquindades, las murmuraciones, los chismes, los “rajes”, las riñas; será muy difícil “edificar buenos edificios”; ya que perderán mucho tiempo en este tipo de actividades improductivas y los colaboradores trabajaran con la moral baja y sumidos en la desmotivación.

Es por ello que un buen Directivo debe de luchar a ultranza por mantener la Unidad e Integración entre los colaboradores de  su empresa para que la organización que dirige sea un grato lugar para trabajar y las actividades laborales se desarrollen con la tranquilidad necesaria para que éstas sean eficaces, eficientes y productivos.

Un buen directivo, con calidad humana y profesional, jamás promoverá el chisme, la calumnia, los rumores, la división o hablar mal de otros; hacerlo así demostrará su baja calidad personal y evidenciará que no tiene competencias para ser el directivo profesional y humano que hoy las empresas demandan.

Por todo lo expuesto no olvidemos que existe una relación directa entre el clima laboral y la productividad de una empresa; y tener un buen clima laboral depende en gran medida de quien hace cabeza en una organización quien debe ser sumamente ejemplar y demostrar coherencia entre lo que piensa, lo que dice y lo que hace.  Más claro ni el agua.