Como dice la canción: ¡Que
levanten la mano! Quien no consiguió un trabajo, un favor, una gracia, un
beneficio, un cargo por haber tenido un buen contacto, un amigo, un familiar,
un directivo que le ayudó a conseguir determinado propósito; ya lo dice un
viejo refrán: “a quién buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, pero no
se trata de “arrimarse” solo por conveniencia; sino por una amistad sincera
basada en la confianza y el servicio; siempre pensando en dar, más que en
recibir.
Las habilidades
interpersonales, es decir las habilidades para ser una persona sea social,
amable y comunicativa, hoy en día es una competencia fundamental y clave para
el éxito del desarrollo personal y profesional; si una persona carece de
contactos (dentro y fuera de la empresa), es apático, no es social, tiene malos
gestos, no congenia con nadie y tiene un carácter difícil e insoportable; es
una persona condenada al fracaso y al ostracismo.
Queda claro que para saberse
relacionar no hay reglas fijas; pero hay una regla que es muy efectiva que se
llama: generosidad; es decir ser buen amigo, buen colega, estar pendiente de
servir a los demás, hablar siempre bien de los otros, vivir la caridad, es
síntesis: ser una persona a carta cabal.
El Networking como también se
le conoce a la red efectiva de contactos se teje a través del establecimiento
de relaciones personales y profesionales basadas en la amistad y la confianza;
pero no por una amistad interesada o por conveniencia; sino por un interés
sincero de ayudar y servir a los demás.

Hagamos entonces amigos el
esfuerzo de ser más sociables, cuidar nuestra imagen y tener más amigos, más
contactos; créanme que les será de mucha ayuda en su debido momento para
mejorar y progresar como persona y profesional.